Alba, el corazón del Piamonte

PIAMONTE ITALIANO

Alba. La localidad nos muestra su cara más recogida, falta un mes para el verano y cinco para la feria de la trufa, el gran acontecimiento de este apreciado manjar que reúne a visitantes de otras regiones de todo el mundo en el recinto ferial y por las calles adoquindas de la ciudad de origen romano, la zona vieja medieval y edificios renacentistas del esplendor de la casa de Saboya. Cruzamos el río, el pequeño municipio cuenta con comercios, restaurantes y osterie para degustar las diversas formas de preparación del tartufo, seco o fresco. Los platos más sofisticados adornan las cartas de los restaurantes alternados con il bolito, el cocido local, quesos y fiambres.

Los muros de ladrillo rojo de una bodega tradicional Pio Cesare bodega albergan vinos D.O.C.G. en una de las pocas bodegas que conserva la ciudad. Aquí la Denominación de Origen es Controlada y Garantizada, un paso más en reconocimiento y burocracia. A pesar de las regulaciones y exigencias, los productores se sienten amparados por esta calificación reconocida por la U.E. y apreciada en todo el mundo, algo de lo que sí están orgullosos. Dato significativo es el precio de la variedad nebbiolo, había crecido de forma constante y cayó a partir del 2018, el Consejo Regulador dismiuyó la cantidad de siembra permitida con objeto de aumentar la calidad. Recordemos que la variedad nebbiolo produce los vinos: Barolo, Barbaresco, Roero, Langhe y Nebbiolo d’Alba.

Tartuffo bianco, Alba

Además de los helados, en Alba destacan los dulces de masa horneada y el chocolate, por el momento no hay visitas a la fábrica de Ferrero aunque podemos probar costrata de albaricoque y tartas caseras en un café con terraza improvisada, “las hace mi mujer” me asegura el dueño detrás de una mesa de jardín bajo el porche. Pizzas y platos de pasta preparados para llevar aromatizan el ambiente a la hora del almuerzo.

Salimos rumbo sur hacia Diano d’Alba, ascendemos la empinada colina por caminos cada vez más estrechos y curvas de 180º, los valles de cepas en hileras se superponen, ahora en horizontal ahora en vertical perdemos la mirada hasta el infinito, estamos a 500 metros de altitud en la Bodega Fratelli Aimasso con viñedos de las variedades autóctonas, nebbiolo, dolcetto, barbera. La bodega se sitúa a escasos metros de los viñedos, caminamos entre las hileras de las cepas, de orientación sur, sur-oeste. Árboles frutales comparten las zonas más frías de esta bella colina, 8 hectáreas que producen de 20 a 22 mil botellas al año. Sorprende el enorme banco de fines de sostenibilidad del paisaje en lo alto, el número 65, promoción del territorio (Big Bench CommunityProject).

Racimos de la variedad nebbiolo
Bodega Fratelli Aimasso, Diano d’Alba (Italia)

Degustación y cata dentro de la pequeña y acogedora bodega completamente reformada de cuando los dos hermanos Aimasso comenzaron la elaboración del vino en 1960. Hoy Luca, hijo y sobrino de los promeros productores, reparte su tiempo entre el campo y la bodega, después de despachar a un cliente local, me recibe dentro de la bodega reestructuada, barricas de roble usadas para el dolcetto y toneles para la crianza de la uva nebbiolo que “le da un mejor gusto”, antes pasan por depósitos de cemento vetrificado.

Atiende con mimo a las visitas en un ambiente acogedor, acompaña los varietales tintos con charcutería, parmesano, pan, aceite y grissini palitos caseros típicos del lugar (IGT dicen ahora según la regulación).

CATA:

Sörì delle Cecche.  Dolcetto 2016 , rojo rubí con reflejos violáceos, aromas balsámicos, gusto almendrado, seco. 13,5% de grado alcohólico, apenas se percibe en su paso fácil por boca. Retrogusto agradable.

Dolcetto «Pietro»

De la viña más vieja “60” se elabora “Pietro” el superior. Potente pero equilibrado, más en aromas que en gusto. Luca asiente satisfecho por la añada que ha sabido esperar su momento. Y aún puede mejorar pensamos. Un vino de guarda a un precio muy razonable. 

«Alice», Barbera d’Alba 100% Vinificación 1 año en cemento 1 año en barrica que suaviza la alta acidez. Color rojo rubí con ribetes violeta. Aromas a frutos rojos, moras, fresas, confitura, notas a vainilla. Gran sabor y cuerpo propios de la barbera para quienes gustan de sentir el alcohol en su paso por boca, su acidez característica. Buena elección las barricas de 150litros.

Nebbiolo d’Alba DOC 2016 Superiore, 131 metros de de la hilera más larga, envejecido en barrica tres años, 15,5% de alcohol. Vino complejo. Color granate, aromas mentolados a frambuesa y fresa silvestre. Sabor muy seco con una estructura y equilibrio notables.

Luca finaliza la degustación con un vino passito tinto de 16% alcohol, asegura que el blanco da dolor de cabeza, “END 2018”, suave dulzor con notas balsámicas fuera de la DOC.

El sol cae en la comarca y la niebla se adueña de estas colinas, envuelven la uva nebbiolo que le da su nombre. La variación de temperatura, el terroir arcilloso y el potencial de la uva, tienen como resultado los vinos de gran profundidad del Piamonte.

Viñedos en Diano d’Alba

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