El viaje: Las Langas
Las Langas, esa región del Piamonte italiano conocida a nivel mundial tan a desmano de toda ruta. Llegar desde la Liguria es toda una aventura incluso por la autopista cuya salida termina en espectáculo, las verdes montañas aterrizan en la extensa llanura de siembra, los Alpes nevados nos ubican, estamos al Norte de Italia. Las Langas fue declarada Patrimonio de la Unesco en 2014 por su belleza paisajística natural. Nos aproximaos a Alba, una encantadora localidad cuya comarca la rodean colinas de viñedos. En ocasiones el desnivel obliga al viticultor a plantar en amplias terrazas aprovechando el terreno. Al sur, sur-oeste la uva nebbiolo crece en zona privilegiada del viñedo, la primera en brotar y la última en ser recogida, los caldos poseen un alto potencial de taninos que la hacen muy apta para su envejecimiento, la barbera vigorosa ampliamente cultivada resiste la climatología hasta la vendimia a finales de septiembre, después de la dolcetto, otra variedad autóctona de más baja acidez y vinos aterciopelados con alto grado de alcohol.
La primavera calienta las yemas de incipiente fruto, el frescor del aire nos devuelve al frío invierno, estamos a 300 metros de altitud, en tierra calcárea y arcillosa donde crecen vigorosas las cepas de estas variedades, más de 48 mil hectáreas repartidas a lo largo del río Tánaro, en su margen izquierdo, las variedades de tintos mencionadas, en el margen derecho más al norte se cultiva la arneis, una variedad local delicada, de baja acidez y poco rendimiento que sin embargo ha sido recuperada recientemente produciendo vinos blancos perfumados con ligera aguja, en su paso por la madera con más cuerpo y múltiples aromas florales.
Los Vinos DOCG: El Barolo es un vino rico en taninos y permanece al menos tres años en barrica, según regulación, y da lugar a grandes vinos más suaves, estructurados, con un mínimo de 13% de alcohol, el Barbaresco es de una zona algo más rica en nutrientes, debe contar con 12% y envejece en barricas por los menos 2 años. Los monovarietales de barbera, envejecen al menos un año, en el caso de los calificados como Superiore, desde el 1 de septiembre del año sucesivo a la vendimia.
Recorremos la comarca hacia Barolo, objetivo de todo gourmetista de a pie especializado en vino muy en auge y que sin embargo escasea en estos tiempos de pandemia , 40 mil turistas al año pasaban por esta comarca. Apenas hace dos días que abrieron la frontera entre regiones con restricciones, no obstante, muchas bodegas nos abren las puertas deseosas de reiniciar las relaciones comerciales. Este es un año difícil, la hostelería en Italia cerró sus puertas hasta mitad de mayo limitando el consumo al espacio abierto. El bodeguero guarda los vinos en espera de la recuperación del mercado, pero se siente afortunado, reparte su tiempo entre la elaboración y envejecimiento en barricas de roble y el quehacer incansable en el campo, estación de poda, cepas de varias yemas y un espolón verán crecer en lo alto las verdes hojas que protegen el racimo. Las vides dispuestas en perfectas hileras en espaldera despistan al viajero que recorre carreteras serpenteantes, bodegas esparcidas asoman entre las colinas, tradición y tecnología. Una imagen nos hace detener, la construcción de diseño vanguardista contrasta con el campo abierto, limpio, de tierra blanquecina con sedimentos milenarios del mar. Llama la atención la ausencia casi total de ganado.
La bodega Barale Fratelli se encuentra a la entrada de Barolo
Una empresa familiar de 150 años de tradición, produce 80 mil botellas anuales con 13 hectáreas de viñas orientadas al este y sud-oeste. Descubrimos el escudo y las letras historiadas –que por cierto nos recuerdan al un gran vino riojano Castillo de YGAY–, en la fachada de una casa pintoresca de dos plantas en este pueblo encantador. El patio de entrada conduce a estancias de historia al fondo los toneles grandes de 300 hl. Para el Barolo y el Barbaresco, toneaux de roble francés para la vinificación de la barbera d’Alba y el nebbiolo, y barricas pequeñas para su crianza. Los depósitos de cemento están destinados a la conservación, la temperatura se mantiene todo el año a 13º-18ºC. Existen otras variedades que han poblado esta comarca más recientemente, hace medio siglo, la Chardonnay, Pinaud noir… en Bussia cuentan con el permiso de estas variedades por su tradición. Viña biologica, término utilizado en Italia para designar la producción ecológica, por el tratamiento natural con respeto al medio ambiente y los productos utilizados, levaduras naturales. En algunos casos la vinificación es también “in nature” siguiendo un protocolo más rígido y selección de las uvas.
CATA:
Barbera d’Alba 2019: 1 semana de maceración y un año de afinamiento en toneaux
Amplia acidez y astringencia propias de la variedad, vino joven seco, de 14%. Buena relación calidad/precio.
Barolo 2015 son vinos más caros destinados a envejecer, vinos que requieren mayor esfuerzo, mano de obra y tiempo. El mosto se prueba, aparte se realizan los análisis.
Barolo Cannubi 2011, 2015
La vinificación se inicia con una la separación de los hollejos y fermentación estática en roble con las levaduras propias seleccionadas. Maceración durante 30 días con remontados de los hollejos.
Color rojo granate con ribetes anaranjados. Aromas balsámicos y notas de fruta roja madura y violeta. En boca resulta seco, potente y aterciopelado. Sabores a fruta madura y retrogusto de agradable dulzor.
Barolo Bussia 2009. En Bussia, los viñedos de nebbiolo están situados en un valle y gozan de un microclima cálido ideal para la producción de Barolo. La recogida se hace a mano, el enólogo hace la selección desechando los granos deteriorados. Este cru se destina al Barolo, a los vinos ecológicos, contienen 50grs de sulfitos.
Vinificación similar con prensa suave, le sigue una maceración de 30 días con remontados periódicos. Color granate intenso, notas balsámicas, más estructurado de sabor intenso a frutas maduras.
En el Barbaresco de largo envejecimiento, la maceración se realiza a 30ºC durante veinte días favoreciendo la extracción de taninos suavizados en roble francés, al menos 2 años en el caso del barbaresco, destinados a evolucionar durante décadas, evolucionan y conservan los aromas de la tierra.
Ceretto en Cannubi a pocos kilómetros una gran finca decimonónica, comenzó la producción de vinos en 1930 de la mano del patriarca Riccardo Ceretto. A día de hoy, la tercera generación de cuatro hermanos propietarios se reparten el trabajo: de elaboración, comercial, administrativo y artístico. En 2008 se produjeron vinos ecológicos y en el 2009 realizaron obras de ampliación.
Las modernas instalaciones de interiorismo de diseño nos llevan de una amplia recepción al “acino” una enorme burbuja en suspensión sobre los viñedos fabricada en
materiales blandos que asemejan un “grano” de uva. Admiramos las vistas desde lo alto, viñedos de Barolo y Barbaresco. Acompañados por una profesional parte del equipo comercial, nos adentramos en la bodega, una gran ánfora de terracota junto a los grandes depósitos de acero inoxidable nos llena de curiosidad. Se trata de un experimento que ya hemos observado en otras regiones, utilizar cerámica, controlar la variación de la temperatura y los niveles de humedad.
Barolo: grandes toneles de roble de Eslavonia de 300 l. 4 años de envejecimiento, al menos 32 meses en barricas de roble.
El personal desfila en uniforme atendiendo a las visitas, desde una sala con vistas a los viñedos de Monsordo Bernardina comenzamos la
CATA:
Arneis, la variedad de uva blanca recuperada recientemente. Vino joven de 13% de alcohol y ligera efervescencia. Vinificación en autoclave de acero inoxidable con válvulas que controlan la presión de forma controlada. En las primeras añadas se buscó potenciar el frescor en boca, con las burbujas se aumenta su percepción. Color pálido, amarillo pajizo, aromas florales, melocotón. Resulta fresco, ligero, de fácil entrada y efervescencia sutil. Ideal para el aperitivo, tiene un mercado en alza a pesar de su elevado precio.
Dolcetto 2019 Vino con tradición, de la tierra. Posee un gran cuerpo, marcada acidez y pungencia que invita a acompañar platos de carne, guisos, quesos y embutidos. Color rojo rubí, con aromas a frutos rojos, ciruela. Equilibrado con una leve acidez. Largo en boca, suave entrada y feliz persistencia de taninos amables.
Continuamos nuestra cata servida de las botellas con el Coravin en las grandes copas de fino vidrio los mono-varietales, un particularidad muy característica en la elaboración de vinos italianos.
Nebbiolo d’Alba 100% un vino más fino y elegante. El “pequeño Barolo” dicen por estas tierras. Color rosáceo, violeta, aromas a frambuesa, frutas de bosque. Envolvente, algo seco. Grado alcohólico 14%. Acompaña a los productos de la tierra, la trufa, las setas, el “crudo” y especias; para disfrutar en cualquier ocasión.
Barolo 2016 Clásica añada “excelente”. Color granate con reflejos anaranjados, aromas a frambuesa, frutos rojos frescos. En boca más intenso, confitura. Crianza mínima de 1 año en barrica pequeña, 2 en grande. Es un vino de gran potencial, los taninos más punzantes se atenúan en la barrica cuya evolución lo hace más complejo y estructurado.
Barbaresco 2017 una añada calurosa, 100% nebbiolo.13,5% de alcohol. Vinificación: de 3 a 9 meses, crianza de un año en barrica grande y un año en pequeña –al menos dos años el barbaresco–. La “reina del nebbiolo”, más fina y suave. Mezcla de distintos viñedos. Tonos granates, armónico en nariz, paso elegante y largo en boca.
El Barolo proviene de la cosecha de uno o diversos viñedos de la nebbiolo: Barolo Cannubi, B. Bussia, B. Pravò… el “Classico” del asamblaje de varios terroirs.
La empresa cuenta con otros viñedos en Las Langas, también DOCG como el Moscato d’Asti, con una versión spumante.
Cantina Fratelli Serio & Battista Borgogno
“Una collina, i suoi vigneti, il profumo inebriante del vino, il suo colore.”
Desde 1897 la familia elabora vino de la tierra en una pequeña finca de tres viñedos del tamaño de una hectárea. La empinada carretera nos obliga a hacer maniobra para acceder bordeando la hilera más próxima hasta la entrada de la bodega. Se trata de Cannubi a 280 metros de altitud, la colina de arena, arcilla y limo está protegida del viento. Marco me muestra la vid en espaldera, “se utiliza la madera de sauce para atarlas en guyot. Mientras realiza la poda verde, su sobrina Federica, la quinta generación, realiza la visita en el interior, sólo grandes cubas de roble de Eslavonia, bastante común por esta zona, 50 hectólitros, la fermentación de 6 a 30 días, porque “cada vino tiene su edad”. Tomamos como ejemplo una gran añada del Barolo, se embotellan el verano la cosecha del 2016, “está toda vendida” en su lugar descorcha la del 2017
Barolo de Cannubi 2017: en la vendimia se selecciona uva de las tres viñas y se fermentan por separado, fermentación que dura 30 días con remontados frecuentes, la maloláctica en acero inoxidable; después permanece 39 meses de crianza en roble, –el Riserva se afina durante 5 años— Los reflejos anaranjados se acentúan con las añadas del 2015 y 2013 notamos el glicerol en la copa, vamos acercándonos a un vino más equilibrado y redondo.
Aunque no cuentan con el Certificado Biológico, se respeta la naturaleza, el agrónomo está en el viñedo y aseguran, no se añaden productos químicos. Cuentan con uena relación calidad/precio.
Se produce también Barbera superiore, de 14% de alcohol, el joven algo áspero, el 2017 permanece 24 meses en tinajas de roble de 40 hectólitros, más redondo, encuentra su equilibrio en botella seis meses antes de salir al mercado 8como el resto de los vinos de crianza) y en el viñedo nuevo se gesta la nebbiolo destinada al Langhe nebbiolo, un vino más fino, elegante.
«el vino del rey, el rey de los vinos«
Regresamos a Barolo, encantadora localidad de menos de 700 habitantes, hoy las carreteras casi desiertas, se pueden ver viñedos por doquier que circundan este bello pueblo, la cuesta hacia la izquierda me lleva hacia la viña de Marchesi di Barolo más cercana a la bodega, recorrer a pie subiendo y bajando las calles, detenernos en las enotecas y almorzar en uno de los restaurantes al aperto resulta una delicia en un día soleado primaveral. Bodegas bajo el castillo construido como fuerte en el siglo X y habitado por los marqueses Falletti durante generaciones. Carlo Tancredi y Juliette Colbert se trasladaron en el siglo XIX, ella venida de la corte de Louis XVI, y el marqués desde Turín. Transportaban el vino en carrà, las barricas alargadas y aplanadas destinadas al consumo privado del rey Carlo Alberto di Savoia, 325 carrà, una por cada día del año exceptuando los días de cuaresma. Pero esta es otra historia como tantas en esta comarca llena de leyenda; despierta interés la estabilidad del vino de Barolo que con tan escasos medios se transportaba por Europa sin sufrir importantes alteraciones. Los amantes de la historia novelada y la leyenda pueden disfrutar de la visita guiada entre vitrinas de objetos personales y de la producción del vino en el Piamonte. También visitar el castillo fortificado que otorga aún mayor atractivo al pueblo piamontés, sede del museo del vino. En la bodega, Palacio «Cascina Pillone», joyas, libros, instrumentos, y sobre todo barriles y botellas centenarias. Las 5 barricas de la marquesa han sido forradas literalmente de acero para preservar el legado histórico. La enoteca rezuma historia, botellas de 30, 40, 50 años, las viejas etiquetas dan prueba de ello sin embargo, cada 30 años se realiza un trasvase en ausencia de oxígeno para preservar tan preciado elixir. Desde el siglo pasado la familia Abbona al servicio de esta heredad comenzó la elaboración de los vinos que hoy se sirven en los restaurantes más prestigiosos en Italia, se dan a conocer como tantos otros en sus envíos por todo el mundo. Un millón y medio de botellas al año de las variedades autóctonas e internacionales.
Barolo del municipio de Barolo, variedad nebbiolo 100% exclusivamente de los viñedos de este municipio de tierra calcárea y arcillosa con sedimentos de limo que le otorgan esa característica de riqueza aromática. Once municipios pertenecen a esta denominación de las consideradas más antiguas del planeta, una de las Langas junto a Barbaresco, Alba… en el Piamonte italiano. Langhe, del Roero y del Monferrato, fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad en 2014
La visita comienza en el patio antigua entrada de caruajes cubierto por una gran carpa para proteger la uva en su entrada en bodega. Valentina, hija de Ernesto Abbona, la quinta generación de esta empresa familiar, nos descubre la panorámica desde la terraza abalaustrada, el castillo de piedra y el verdor de los viñedos en la colina de Barolo y describe sus vinos: En el interior aguarda el vino en las barricas de roble para después evolucionar en grandes cubas de roble de Eslavonia durante 6 años, un crisol de matices aromáticos comienza a manifestarse hasta alcanzar la madurez y el equilibrio del vino. Hasta 30 años permanece estable, silencioso…vivo.
CATA:
Barolo di Barolo, (2015) , racimos de diversas viñas cuya vinificación se realiza por separado. Conserva la etiqueta clásica 1800 y el castillo. Color granate con tonos rubí, aromas intensos a rosa, especias, ajenjo, canela. Suaves taninos por su evolución en madera le otorgan la redondez y elegancia de un gran vino sin perder la profundidad del terroir. El Riserva (2012) más intenso y elegante, también envejece en grandes cubas de roble, la vinificación de diversas viñas se realiza por separado y terminan la crianza en barricas de tueste medio que le otorgan notas de vainilla. Cierra con un final largo y persistente.
Barbera Peigaral (2018) la viña se encuentra enfrente de la bodega de terreno más compacto, es un vino sencillo muy representativo de la variedad barbera. Color violeta intenso, aromas a frutos del bosque, cerezas. Marcados taninos y agradable acidez, en su paso por boca notamos la astringencia característica de esta variedad sin perder la finura.
El patio adornado con plantas, barriles y vestido con sencillas mesas, sillas acolchadas y atendido por el equipo de jóvenes con una amplia formación, es el marco ideal para degustar la gama de vinos varietales y nuevos coupages que abren la cata, como el Bric Amel, un vino joven y fresco a base de arneis, chardonnay y una porcentual de sauvignon blanc, 12,5% vol., muy del gusto del mercado actual. Prensado suave, realiza la fermentación alcohólica en acero donde permanece durante unos meses. amarillo pálido, múltiples aromas ligeramente afrutado, melocotón, almendra fresca, final seco. Ideal para el aperitivo italiano, gente joven se anima a beber vino con estas mezclas de sabor, aroma, más aún, el Moscato d’Asti, Zagara con tan sólo 5% de alcohol y un toque de efervescencia refresca la boca con el suave perfume del azahar. Dolce ma non troppo, 13grs/litro. Un final de comida o aperitivo perfectos en una tarde estival.
La bodega cuenta con referencias varietales mencionadas, las históricas del lugar en su versión bio, sin añadidos químicos.
Gavi, la expresión de la uva cortese
Abandonamos la D.O.C.G. Barolo y Barbaresco, y Asti con su dulce y fino Moscato, atravesamos los montes hacia el oeste de la región, pequeñas fincas de agroturismo celebran la apertura de la región y nos abren sus puertas a nuestro paso, hacemos un alto en la Cantina Sociale Barberà Sei Castelli, cuya tienda degustación ofrece los varietales de la zona: la uva barbera, que se extiende desde las Landas hasta Monferrato, recomiendan el Nizza. Continuamos hacia el oeste por carreteras desconocidas y cruces de caminos que despistan al viajero. En esta espléndida comarca no importa perderse entre viñedos alineados y bosques salvajes. La espesura es mayor al atardecer y los aromas de plantas silvestres dan lugar al húmedo perfume del sotobosque.
El campanario de la iglesia y el fuerte construido en el medievo nos ubican en Gavi, esta espléndida localidad centra la D.O.C.G. Gavi en Alessandria. La uva cortese crece en las colinas del altiplano a 230 metros de altitud, en terreno arcilloso y ventilado, desarrolla vinos frescos de acidez media, con una buena estructura salina y mineral por su proximidad a la costa de la Liguria, Génova se sitúa a escasos 40 km en línea recta hacia el sur.
La bella comarca de la denominación Gavi está circunda por numerosas fincas diseminadas por los veinte pueblos y aldeas –fracciones– bajo el amparo de esta Denominación, fuera de la cual la rígida y muy desarrollada regulación italiana hace que fuera de ellos, estos varietales pasen a calificarse D.O.C. Gavi, por ejemplo de Novi Ligure, según el origen del municipio. Continuamos por los caminos zizagueantes, de poco nos sirve el GPS, retrocedemos unos metros ante la puerta: “Il Poggio di Gavi” en Roveretto, una finca de tres hectáreas y media con una moderna bodega destinada a la crianza del vino, donde el marido de Francesca, la propietaria, nos saluda animado en la línea de envasado, donde el marido de Francesca, la propietaria, nos saluda animado en la línea de envasado, ella aguarda arriba en la oficina y sala de degustación. Desde la amplia vidriera se vislumbra il poggio, el cerro donde los primeros brotes de la uva cortese están por despuntar en el mes de mayo, y en lo alto la antigua bodega propiedad de la familia, “veníamos en verano y en septiembre ayudábamos en la vendimia”. Hoy día se trata de una inversión de agroturismo y bodega modernizada con una producción de vino de 33.000 botellas al año. Como el resto de las empresas vinícolas de la zona, exportan la mayor parte de la producción, un 85% a países anglosajones, Alemania, Escandinavia… quizá más del gusto de esta variedad seca a la vez floral, salina y muy fresca.
CATA:
Nuvole sul Poggio 2019 de las viñas orientadas al sur, suroeste. Color amarillo verdoso, aromas cítricos, pomelo. En boca sabroso, ligero y fácil. Grado alcohólico: 12,5% (los vinos tranquilos)
Luna sul poggio 2019 de un pago más arenoso. Buen vino joven con algunos años de reposo en la bodega. Amarillo pajizo, aromas florales, hierbas aromáticas. En boca muy fresco, fruta blanca, piña, melocotón, final almendrado. Un vino más redondo.
Sole sul poggio 2019 es quizá el más representativo de la zona de mejor producción, terreno arcilloso que da lugar a un vino más complejo. Amarillo pajizo intenso. Menos perfumado y más mineral. Su crianza en barricas de madera de acacia le otorgan mayor complejidad. Encuentra su finura al paso por boca sin perder el frescor característico de la uva cortese.
El diseño de lasetiquetas de dibujos coloridos contorneados y líneas curvas con un toque surrealista, dan paso a un vino tradicional de gran potencial,
Gavi Etticheta Nera (2016) de la vieja viña que rodea la casa en Roveretto de terreno arcilloso y pétreo con una exposición de 360º al sol. La tradición y la tierra se funden en la personalidad de este vino. Amarillo pajizo, aromas a hierba recién cortada, fruta de hueso, nísperos. Suave y fresco en boca, mineral, recuerdos a hierbas aromáticas. Es un vino blanco de gran potencial que realiza la fermentación maloláctica y envejece en barricas de acacia de 500 l. que le hacen más redondo.
En Il Poggio podemos también degustar el espumoso según el método champenoise. La variedad cortese se utiliza en la elaboración de estos espumosos de distintas añadas, con levaduras propias. Maduran 48, hasta 55 meses, es el caso del Gavi di Gavi 2013, reposa en la bodega de ladrillo sin prisa, (la regulación exige un mínimo de 18 meses). Burbuja fina y sutil que resalta la fragancia de la fruta blanca, pomelo, manzana. Largo en boca, suave, cremoso, especiado.
Francesca Poggio Metodo Classico Gavi, la productora le da nombre a este espumoso de método tradicional: “El año pasado al descorcharlo…azafrán.”
Pequeñas bodegas y agroturismo se alternan en estas bellas colinas con las grandes productoras como el caso de La Scolca, 50 hectáreas de terreno de biodiversidad perteneciente a la familia Soldati, dedicadas en su mayor parte a la uva cortese. Da mucho trabajo pero «envejece bien, con levaduras propias», nos dice la guía entre los depósitos de acero inoxidable, 6, 7 meses, ¡hasta 10 años! Desde la terraza admiramos los viñedos segmentados según la orientación, en cordón para su mejor manipulación incluso el uso de pequeños tractores, se reduce el número de yemas consiguiendo mayor calidad; la tierra arcillosa y calcárea junto a la humedad del aire otorgan esa característica salinidad al vino de Gavi.
CATA:
Villa Scolca. Amarillo pálido, aromas a flores blancas, gusto a pomelo, cítricos. Fresco de acidez persistente. Acompaña al aperitivo.
Gavi dei Gavi, amarilo pajizo, aromas florales, marcada acidez en boca. El 2007 fuera de la denominación, el color se torna dorado las notas a fruta dan paso a aromas más complejos y una gran profundidad.
Gavi, La Scolca. Color amarillo con ribetes dorados. Nos decantamos por las referencias con mayor envejecimiento, los aromas a fruta, albaricoque, cítricos. Muy fresco en boca, más equilibrado y complejo que los jóvenes.
Espumoso d’Antan, color amarillo dorado, se abre en la copa, burbuja muy fina. Amable, oleaginoso, retrogusto un punto dulce.
Destacamos otras bodegas de las veinte localidades ¡ Gavi bien merece otra visita !
- Tenuta San Pietro
- Villa Sparina
- Tenuta La Giustiniana
- Marchese Luca Spinola (…)